El acné es primeramente obstructivo y después inflamatorio de ciertos folículos pilo sebáceos llamados seborreicos, presentes sobretodo en cara y tronco, y que afecta de manera especial al adolescente.
Es una enfermedad frecuente, multifactorial, antiestética y somato psíquica, de tratamiento complejo y controlable antes de los 20 años de edad, no se cura antes, solo se controla.
Se presenta entre los 12 y 20 años de edad y en ambos sexos, siendo más frecuente en los hombres. Después de los 20 años se debe a otras enfermedades.
Los factores que originan esta enfermedad, son básicamente: herencia, hormonas (andrógenos), bacterias (propionibacterium acné)
Las principales y más comunes lesiones que provoca el acné son en primer lugar las no inflamatorias como son la seborrea y los comedones; le siguen las inflamatorias que son las pápulas, las pústulas y los abscesos; y por último las residuales que son las cicatrices y los quistes.
Las formas clínicas como se presenta son en orden de importancia, el acné polimorfo o vulgar (el más común); el comedonico o puntata; el papulo pustuloso; el conglobata y por último el fulminante.
Para tratar esta enfermedad se deben considerar los siguientes factores: edad y sexo, otras enfermedades, lesiones que predominen, intensidad de las lesiones y las variaciones individuales.
El tratamiento se debe instalar lo más pronto posible para evitar lesiones irreversibles como las marcas y/o las manchas.
Un tratamiento adecuado debe tomar en cuenta las acciones que controlen la hiperqueratosis folicular, la hipersecreción sebácea, la flora folicular y la inflamación. Se deben realizar limpiezas faciales periódicas especiales para acné y se indican algunos medicamentos a base de ácido acetilsalisilico, resorcina, ácido Retinoico, ac. Glicolico, peróxido de benzoilo, isotretinoina y el azufre. Así como por vía oral la clindamicina o la tetraciclina.